Bari

Bari, esa ciudad con mil caras y facetas por descubrir para acabar llegando a tu corazón. Dada su larga tradición comercial a lo largo de la historia, es conocida como la "Puerta de Oriente". Al pasear por las callejuelas de su centro histórico vemos el carácter más auténtico junto con sus tradiciones que han ido pasando de generación en generación. Esta ciudad cuenta con uno de los paseos marítimos más bonitos del país, con una ubicación ideal para pasear y disfrutar de la "Dolce Vita", mientras se visitan sus monumentos e iglesias.

El antiguo asentamiento de la ciudad se remonta a la Edad de Bronce, cuando el dominio de los godos sucedió al de los peucetos para que más tarde fuese disputado por los bizantinos y los lombardos. En la Edad Media, tras su saqueo fue dominada por los sarracenos y se convirtió en un estado musulmán independiente. Acabó en manos del emperador de Oriente, haciendo de ella el centro político, militar y comercial italiano del Imperio de Oriente.

En 1087 trajeron a la ciudad las reliquias de San Nicolás de Myra, conocido como San Claus, esto hizo que Bari se convirtiera en un importante centro religioso entre Oriente y Occidente. 

Con la llegada de los suevos, la ciudad vivió un gran momento de esplendor; hasta que volvió a decaer bajo la presencia de los angelitos. Posteriormente pasó a manos de los aragoneses hasta que en 1558 cayó en poder de los españoles, quienes la exprimieron hasta que pasó del imperio austriaco al borbónico. La ciudad sufrió su propio Renacimiento a principios del siglo XIX, bajo el dominio francés, cuando se construyó la nueva ciudad. Finalmente, volvió a los Borbones en 1815 para pasar a formar parte del Reino de Italia en 1860. Esta larga lista de dominaciones que ha sufrido la ciudad ha hecho de Bari un museo al aire libre con un patrimonio artístico e histórico digno de admirar.

Callejeando por Bari Vecchia

A continuación, veremos los puntos de interés más importantes de la ciudad.

Bari Vecchia

Bari Vecchia es el corazón de esta ciudad marinera, cuyo nucleo se remonta a la Edad Media. El barrio de San Nicola está ubicado entre los dos puertos de Bari, el antiguo y el nuevo. Está rodeado de murallas y coronado por el castillo normando de Suabia.

Puedes pasear por sus laberínticas y estrechas callejuelas, rodeadas por un bonito y largo paseo marítimo, para conocer la parte más antigua y característica de la capital. Este barrio tiene su propia entidad, llegando a parecer un pueblo independiente. Tras entrar en Bari Vecchia vemos a lugareños hablando a gritos, jugando a juegos de mesa, ropa tendida y paredes blancas; cualquiera diría que nos encontramos en la tercera ciudad más grande del sur de Italia con más de 300.000 habitantes.

Además de recorrer la Strada di Palazzo di Città, una de las calles principales rodeada de palacios y la iglesia de Santa Ana; piérdete, callejea y encuentra esquinas y recovecos que te trasladaran en el tiempo.

 

Basílica de San Nicola

Este edificio religioso es uno de los más llamativos e importantes de la región. Está dedicada a San Nicolás de Myra, patrón y obispo. Los restos del santo llegaron aquí desde Myra, en Asia Menor. Los bareses tienen una devoción fuera de lo común por su santo patrono. Esta iglesia de estilo románico es una joya arquitectónica, desde su exterior hasta las obras que alberga en su interior, pasando por su cimborrio. Cuenta con una fachada sencilla, pero elegante, y un interior mucho más recargado. Como dato curioso, el techo es de madera dorada.

En su interior se encuentra la cripta, consagrada en 1089, y con 28 columnas con capiteles románicos y bizantinos que soportan el techo de la cripta.

Basílica de San Nicola

Catedral de San Sabino

Aunque San Nicolás sea el patrón y el santo más querido por los bareses; y, de que su iglesia se la más conocida y visitada. Si nos ceñimos al sentido estrictamente religioso, la iglesia más importante es la catedral, que está dedicada a San Sabino. Está edificada sobre las ruinas de una iglesia anterior en el siglo XII y también es de estilo románico pugliese, a pesar de que en época barroca tuvo varios "retoques". 

Digna de visitar y entrar dentro para ver su púlpito, su cátedra, su rosetón y algunas de las estatuas que alberga su interior. Cuenta con una fachada limpia, de piedra calcárea y un rosetón que, además, es el protagonista de un evento insólito. Cada 21 de junio, en el solsticio de verano, a las 17 horas los rayos del sol pasan a través del rosetón encajando en la flor dibujada en el suelo del pasillo central. Todo un espectáculo para los ojos si te pilla por la ciudad.  

 

Lungomare de Bari

El paseo marítimo barese es considerado el más largo de Italia. Es una buena oportunidad para observar el mar Adriático y varios de los edificios más bonitos de la ciudad. Recorrerlo es una opción ideal para acabar el día de una forma relajada, paseando y disfrutando de las costumbres locales.

 

Piazza del Mercantile

Esta plaza era, antiguamente, el centro político de la ciudad medieval. Hoy en día es una de las plazas más bonitas del casco antiguo y uno de los puntos de encuentro para el ambiente nocturno de la ciudad. Está rodeada por palacios nobles y entre ellos hay una columna junto a la escultura de un león, conocida como la "Colonna Infame" era en la que se ataban y se exponían para la humillación pública a ladrones y deudores. También acoge el elegante Palazzo del Sedile.

Su nombre se debe al “mercado” que tenía lugar aquí mismo durante la Edad Media.

Catedral de San Sabino

Muralla y el fortino di Sant´Antonio Abate

Aún se conserva parte de la muralla medieval de la ciudad; hasta 1930 esta muralla llegaba al mar. En ella se encuentra el fortín de San Antonio. Puedes subir a la muralla y recorrerla para obtener unas vistas privilegiadas de la Via Venezia, del puerto viejo y de la basílica de San Nicolás. Delante del puerto viejo se encuentra este fuerte, un sitio ideal para disfrutar de la puesta de sol. Fue uno de los cuatro fuertes defensivos ubicados en la muralla.

 

Castello Normanno – Svevo

Este gran castillo medieval es uno de los símbolos de la ciudad y está situado junto a una de las entradas a la Bari Vecchia. El nombre se debe a que fue mandado construir por los normandos, los bareses lo destruyeron y, posteriormente, los suevos lo reconstruyeron bajo el mandato de Federico II. En el siglo XVI fue ampliado gracias a la corte aragonesa. Posteriormente se abandonó, se transformó en cárcel, en cuartel… hasta hoy en día; en el que una parte del mismo se usa como museo, la Gipsoteca provinciale, que alberga una colección de reproducciones de esculturas en escayola de la región.

 

Via Arco Basso

Quizás este nombre no te suene, pero la que si que vas a haber oído es el de “la strada delle orecchiette” (calle de las orecchiette). Para llegar a esta calle desde el castillo hay que pasar por debajo de un arco. La característica principal de esta calle es que está repleta de “puestecitos” de señoras haciendo la famosa pasta fresca típica de la ciudad, “las orecchiette”; su nombre significa orejas pequeñas, debido a su forma. Estos puestecitos están en plena calle, generalmente en la puerta de las propias casas; en ellos preparan cada día bolsitas llenas de este tipo de pasta para los turistas. La verdad es que es una turistada máxima, pero te recomiendo que te acerques a verlo y a charlar un poco con las señoras que, sin mirar lo que hacen, estarán encantadas de hablar contigo mientras van dándole forma a esos rulos de pasta con un cuchillo con poca pinta de cortar bien. Cuidado si decides comprar sus bolsas de pasta, ya que al ser pasta fresca no te duraran muchos días.

Strada delle orecchiette

Iglesia rusa de Bari

Este templo religioso de estilo moscovita es el único ejemplo ortodoxo en Europa occidental. Se encuentra en Corso Benedetto Croce, 130 y es conocida como Chiesa di San Nicola. El zar Nicolás II empezó su construcción en 1913. Si quieres completar la experiencia bizantina en Bari, puedes visitar la Iglesia de San Juan Crisóstomo cualquier domingo a las 10 de la mañana, para celebrar una liturgia católica de rito bizantino.

 

Arco de las Maravillas

Este arco representa una romántica leyenda: dos jóvenes amantes están frustrados por la familia de la chica, pero están unidos gracias a una idea de la familia de él. Una noche estos construyeron un arco que permitía el paso de una ventana a la otra, acercando así a la pareja.

 

Iglesia rupestre de Santa Cándida

Es considerada la mayor basílica rupestre de la Puglia.

 

Las focaccias bareses

Este símbolo de la ciudad también merece unas palabras, una especie de masa de pan gorda con tomate y aceitunas. Hay varias panaderías de la ciudad con galardones y premios por sus focaccias; como son el Panificio Fiore Bari o el Panificio Santa Rita.

Interior de la basílica de San Nicola

El puerto viejo

Esta zona, ubicada entre el muelle de San Antonio y el muelle de San Nicolás, es una de las más pintorescas de la ciudad. En ella se ubican dos de los edificios modernos más famosos de la ciudad. El Teatro Margherita, de estilo modernista que hoy en día es una sala de exposiciones de arte contemporáneo. El Circolo Canottieri Barion, un gran edificio en forma de nave, de estilo art decó; actualmente es la sede de un antiguo club de remo.

Al lado se encuentra “El Chiringuito”, un pequeño bar que sirve de punto de encuentro para los locales. Esta zona es una de las imágenes típicas de la ciudad, con sus barquitas de colores y los pescadores vendiendo sus mercancías.

 

Piazza del Ferrarese

Ubicada junto al puerto viejo, en esta plaza se conservan restos arqueológicos del antiguo trazado de la Via Appia Trajana (que iba desde Puglia a Roma). En ella se encuentra el antiguo edificio del mercado de pescado y la Sala Murat.


El barrio de Murat

Al sur del casco histórico se encuentra el Corso Vittorio Emanuele II, una de las avenidas principales que separa la Bari Vecchia del barrio de Murat. Es un barrio vibrante, con calles estrechas, edificios históricos y una animada vida nocturna. Este barrio estuvo ocupado por los franceses en la época napoleónica y todavía conserva varios edificios culturales de épocas anteriores, como son: el Palazzo Fizzarotti, el Palazzo Mincuzzi, el Teatro Piccinni o el Teatro Petruzzelli. El Teatro Petruzzelli es el más famoso de Bari, sufrió un incendio en 1991, así que ahora tenemos la reconstrucción. Es el cuarto teatro más grande del país.

 

Iglesia de Santa Teresa dei Maschi

Este templo está dedicado a la española Santa Teresa de Jesús, fundadora de la orden de los Carmelitas Descalzos. Es una de las iglesias más bonitas de la ciudad, con una bonita fachada barraca y una gran cúpula. Actualmente, se celebran eventos culturales en su interior.

 

Iglesia de Santa María del Buen Consejo

Cerca del extremo norte del tramo de muralla abierto se encuentran las ruinas de la iglesia de Santa María del Buen Consejo. Fue derribada en los años 30 y, hoy en día, sólo quedan en pie sus bonitas columnas romanas con capiteles corintios, dejando a la vista en el suelo mosaicos medievales de una antigua iglesia bizantina.

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