Sicilia, Italia; la ciudad de Siracusa

Tras el terremoto de 1693, Siracusa volvió a nacer con un nuevo casco histórico, caracterizado por su belleza y su barroco. Aunque la parte moderna de la ciudad está en completa disonancia con el corazón de la ciudad, la isla de Ortigia. La mayoría de los elementos más bonitos de la ciudad están concentrados en esta pequeña isla, cosa que sorprende si piensas que Siracusa fue la mayor ciudad del mundo antiguo, superando a Atenas y Corinto.

La isla de Ortigia, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está caracterizada por sus callejuelas empedradas que acaban en blancas plazas, respirando un aire de tranquilidad, limpieza y disfrute que no es fácil de encontrar; especialmente en el sur de Italia. Aparentemente, se trata de la ciudad más elegante y civilizada de la actual Sicilia.

Gracias a su posición estratégica como isla, a lo largo de los siglos han pasado por aquí corintios, griegos, bizantinos, árabes, normandos, romanos… Actualmente conserva huellas de todas estas civilizaciones. Dado el aumento de la población, la ciudad fue creciendo, quedándose Ortigia como el centro histórico de la ciudad de Siracusa que cuenta con unos 120.000 habitantes. Ciudad famosa por ver nacer al físico, matemático y astrónomo Arquímedes, podemos ver dibujada su famosa espiral en el belvedere Largo Aretusa.

Largo de Aretusa

Si vas con coche a Ortigia, ten cuidado al buscar sitio para aparcar, una vez que cruces los dos puentes, Ponte Umbertino y Ponte Santa Lucia, el tránsito de vehículos está reservado únicamente a los residentes; así que cuando quieras acceder a Ortigia tendrás que buscar sitio para aparcar fuera de la ínsula.

 

A continuación, se verán algunos de los puntos más interesantes para ver en la ciudad de Siracusa y, especialmente, en la isla de Ortigia:

Piazza del Duomo

Esta majestuosa plaza alberga varios palacios y templos de color blanco. Antiguamente se trataba de una acrópolis griega, pero, actualmente, el estilo predominante es el barroco; aunque todavía se pueden apreciar las columnas dóricas adheridas a la catedral. Son varios los edificios importantes ubicados en esta plaza, que detallaremos más adelante, como, por ejemplo: la catedral, el palacio arzobispal, la iglesia de Santa Lucía alla Badia, el palacio municipal o el palacio Benaventano del Bosco.

 

Duomo

La catedral de Ortigia está situada sobre un templo de la antigua Grecia, que en su momento estaba dedicado a honrar a la diosa Atenea. Cabe destacar su fachada porticada de estilo barroco. Fue construida entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII por el arquitecto siciliano Andrea Parma.

Tras subir la escalinata y las columnas dóricas, nos encontramos con un interior sobrio y solemne, dividido en tres naves que albergan diferentes obras de artes, como por ejemplo un cuadro que representa a San Zósimo, atribuido a Antonello da Messina.

Piazza Duomo

Templo de Atenea

Si rodeas la catedral encontrarás este templo que se conserva casi intacto en la actualidad. De estilo dórico es uno de los mejor conservados de toda la isla. Hoy en día conserva muchas de sus columnas peristilo y partes de los muros de la cella, fue encargado por el tirano de Siracusa, Gelón, en el 480 a.C. para conmemorar su victoria contra los cartagineses en Imera. A lo largo del siglo VI se incorporó a una iglesia, superponiéndose a la estructura original del templo. Posteriormente, los bizantinos construyeron sólidos muros entre las columnas y abrieron ocho arcos en las paredes de las celdas. De esta forma el templo se transformó en una basílica cristiana de tres naves dedicada a la Virgen María. Con la llegada de los árabes en el siglo IX se cree que se utilizó como mezquita, hasta que en el siglo XII, bajo el dominio normando, volvió a convertirse en iglesia cristiana.

 

Palacio Arzobispal

En su interior alberga una importante biblioteca con valiosos manuscritos que datan del siglo XIII.

 

Iglesia de Santa Lucía alla Badia

Este reducto de paz y tranquilidad del siglo XVII alberga su importancia en el interior, ya que en él se encuentra el famoso cuadro de Caravaggio “El entierro de Santa Lucía”. Toda una reliquia que además hace honor a la patrona de la ciudad. Aunque el edificio actual se construyó entre 1695 y 1703, después de que el terremoto de 1693 arrasara la construcción anterior. La fachada, de estilo barroco, es una de las más interesantes de la ciudad; mientras que su interior, de una sola nave, representa espectaculares altares de inicios del siglo XVIII.

Cuidado con los horarios de visita ya que son un tanto raros.

Fuente en Ortigia

 

Palazzo del Vermexio

Este palacio sirve actualmente de ayuntamiento, pero ha desempeñado distintas funciones importantes para la historia local; por ejemplo, fue sede del Senado de la ciudad. Este edificio histórico del siglo XVI se encuentra en la Piazza del Duomo y debe su nombre al arquitecto que lo construyó, Giovanni Vermexio. La planta baja es de estilo renacentista, mientras que la superior tiene detalles barrocos. Su fachada, con ventanas ornamentadas, cuenta con detalles arquitectónicos que reflejan la importancia y autoridad del edificio. A pesar de las renovaciones sufridas a lo largo de los siglos, ha logrado conservar gran parte de su encanto histórico y arquitectónico.

 

Iglesia de San Giovannello

Aunque el nombre oficial es iglesia de San Juan Bautista, el nombre de San Giovannello es la apelación cariñosa otorgada por los propios siracusanos. Es un templo de época medieval, con una fachada que data de 1380 y presentas interesantes elementos decorativos, como el portal del siglo XV y el rosetón. El interior de la iglesia está descubierto; razón por la que se utilizó durante mucho tiempo para actividades culturales antes de reabrirse al culto.

Ponte Umbertino

Palazzo Beneventano del Bosco

Esta elegante residencia histórica de estilo barroco está situada en la Piazza del Duomo; fue reconstruido tras el terremoto de 1693 pasando a formar parte de la familia Beneventano del Bosco en 1778; ya que anteriormente pertenecía a la familia Arezzo, esto da nombre al adyacente Palazzo Arezzo della Targia. Destaca su espectacular fachada del siglo XVIII, con balcones de hierro forjado, ventanas con elaborados marcos y esculturas ornamentales que contribuyen a crear una atmósfera de refinado esplendor. El interior del palacio alberga salones adornados con estucos y decoraciones de época, que nos permiten hacernos una idea de la vida aristócrata de las distintas épocas.

 

Templo de Apolo

De camino al Templo de Apolo desde Piazza Duomo puedes hacer una parada en la Fuente de Diana, representando al personaje mitológico griego Aretusa.

A pocos metros se encuentran los restos del Templo de Apolo, dedicado al dios del sol griego. Cuenta con más de 2.000 años de historia, lo que le hace el templo dórico más antiguo de todo Sicilia. Su construcción se remonta a los inicios del siglo VI y originalmente se trataba de una iglesia cristiana primitiva.

Su arquitectura destaca por su estilo revolucionario, ya que marcó un cambio definitivo entre la construcción a base de madera y la construcción a base de piedra, en este templo domina la piedra “girgiulena”.

El templo contaba con 46 columnas monolíticas dispuestas de forma reticular. Cuenta con una inscripción en un escalón en el que pone “Kleomede hizo para Apolo (el templo), el hijo de Knidieidas, y levantó las columnatas, hermosas obras”. Razón por la que se identifica dicho templo con un culto dedicado a Apolo.

 

Teatro dei Pupi

Este teatro de marionetas ofrece un espectáculo digno de presenciar, un buen plan si vas con niños. Reserva con antelación porque suele haber problemas para conseguir entradas. Además, en el mismo sitio puedes ver el taller donde se fabrican.


Castello Maniace

Este castillo, ubicado en el extremo sur, tenía como función defenderse de los ataques de la época. Fue construido por orden de Federico II de Suabia al hábil arquitecto Riccardo da Lentini, quien terminó esta magnífica obra entre 1232 y 1240. Como homenaje al valeroso general bizantino Jorge Maniace tras reconquistas la ciudad de manos de los árabes en 1038. El palacio se convirtió en un símbolo de victoria y fuerza para los siracusanos.

Este robusto castillo cuenta con una planta cuadrada con muros perimetrales y cuatro torres cilíndricas en sus esquinas. Los nichos a ambos lados del portal se diseñaron para albergar arietes de bronce. Decorado con finos elementos, como esculturas de leones, un telamón y la posible cabeza de Federico II en los nervios de las bóvedas del interior.

Hoy en día alberga diversas exposiciones y cuenta con una terraza exterior desde la cual puedes disfrutar de un café.

Vistas del Castello

Judería de Siracusa

En los alrededores de Via Maestranza, donde las calles se vuelven más estrechas y laberínticas, nos topamos con la “Giudecca”. Caracterizada como una zona lúgubre y oscura. Dentro del hotel Alla Giudecca se puede visitar un baño de purificación judío, un “Mikvè”, que se cerró con la expulsión de los judíos en 1492 y se redescubrió al reformar el hotel a unos 20 metros de profundidad. Este baño ritual judío data del siglo VI y es considerado uno de los más antiguos de Europa. Sus pilas, pilares y bóvedas tallados en la roca ofrecen imágenes de la vida de la comunidad judía. El Mikvè siempre ha tenido la finalidad de eliminar la impureza ritual, este lugar te hace conectar con una antigua comunidad que honraba la Mikvè como ritual de purificación y renovación espiritual.

 

Galería Regional del Palazzo Bellomo

El Palazzo Bellomo es un edificio histórico ubicado en el centro de la ciudad y uno de los lugares más importantes de la ciudad. Fue construido en el siglo XIII y fue renovado y ampliado a lo largo de los siglos; hasta convertirse en la joya artística y arquitectónica de la que podemos disfrutar hoy en día.

El palacio debe su nombre a la familia Bellomo, una de las familias aristocráticas que fue propietaria de este. Cuenta con dos estilos diferentes, el suabo y el gótico, aunque incluye elementos de varios estilos, confirmando así la evolución histórica tanto de la ciudad como del palacio a lo largo de los años.

En el palacio se encuentra la Galería Regional, una colección que alberga obras de arte datas entre los siglos XII y XVIII. Una de las más importantes es “La Anunciación”, de Antonello da Messina.


Manantial de Aretusa

En la misma isla de Ortigia nos encontramos con este tramo de agua cristalina: un manantial de agua dulce que encierra una leyenda mitológica. “Aretusa era una joven ninfa al servicio de Diana (diosa de la caza y de la naturaleza salvaje) y que un día, estando junto a un río de Arcadia, llamó la atención del dios fluvial Alfeo, que se enamoró perdidamente de ella. A la doncella, sin embargo, no le gustaron tales atenciones y, mientras huía, pidió ayuda a Diana, que transformó a la ninfa en un manantial de agua. A pesar de ello, Alfeo no cedió hasta que los dioses se apiadaron de él y Júpiter lo transformó en un arroyo subterráneo que alimenta aún hoy en día el manantial de Aretusa”.

Antiguamente era la fuente principal que se encargaba de abastecer de agua a la ciudad, aunque hoy en día no lo parece. Curiosamente, allí crece el papiro, una planta poco común fuera de Egipto.

Calles de Ortigia

Mercado de Abastos

Sicilia es tierra de mercados de abastos y, Siracusa, no iba a ser menos. No está al mismo nivel que La Pescheria en Catania, pero está muy bien.

Hay varios puestos de frutas, verduras, pescados… Además, tiene un par de tiendas donde deleitarse de la gastronomía local:

  • El Caseificio Borderi: hace unos bocadillos muy ricos, aunque elige los ingredientes a su gusto, aunque lo prepare delante tuyo.
  • La Salumeria: una tienda gourmet repleta de embutidos y vinos de lo más apetecible.

 

Parco Archeologico della Neapolis

Fuera de Ortigia se encuentra este importante parque arqueológico, conocido por albergar un gran Teatro Griego en una colina con una capacidad para 16.000 personas. La Neápolis cuenta con dos zonas, con sus correspondientes entradas, la que se encuentra justo al lado de la taquilla que te acerca al teatro romano y otra más abajo que llega al teatro griego y la famosa cueva conocida como la Oreja de Dionisio.

El Teatro Griego fue construido excavando directamente la roca de la colina Temenite, es uno de los teatros griegos más grandes y mejor conservados del mundo. Cuenta con casi 140 metros de diámetro y, originalmente, contaba con 67 filas, de las que se conservan sólo 46. Dado a su color blanco, los rayos de sol se reflejan magnificando la belleza del lugar. En la parte superior del teatro se encuentra la vía de los sepulcros, excavaciones en la roca en forma de cuevas que pudieron servir como lugar de enterramiento en la época bizantina.

Hay que destacar también la Latomia del Paradiso, la cantera de la que se extrajo la piedra con la que se edificó la ciudad. Otra atracción es la Orecchio di Dionisio, una gruta de 23 metros de alto y 65 de profundidad; tiene similitudes con el pabellón auditivo. El nombre se debe a que el rey Dionisio I hacía uso de su buena acústica para espiar a los prisioneros. 

Cerca del teatro griego se encuentra el altar de Hierón II, un antiguo altar de sacrificio dedicado a Zeus de casi 200 metros de longitud. En él se sacrificaban animales de forma pública, pudiéndose sacrificar hasta más de 400 toros a la vez. Hoy en día sólo sobreviven los cimientos de la estructura. Hierón coincidió en el tiempo con Arquímedes, el rey pidió a un orfebre que elaborara una corona de oro con un lingote que le entregó. Por su naturaleza desconfiada pidió a Arquímedes una forma de asegurar que el orfebre no le robaría parte del oro. Para ello debía calcular el volumen del lingote. Dándose un baño, Arquímedes observó como el agua subía al sumergirse. De ahí la famosa frase de “Eureka”, conociendo el volumen y el peso podría determinar la densidad del material.

También recalcar el Anfiteatro Romano, lugar en el que se celebraban las batallas de gladiadores.

Costa cercana a Siracusa

Playas y lugares para darte un baño

Spiaggia de la Marchesa di Avola

Esta playa se encuentra cerca de la ciudad y es muy familiar, estrecha y lo suficientemente larga para no sentirse agobiado. Tiene un parking de pago, un poco caro, y zonas de tierra a los lados de la carretera donde se ven coches aparcados.

 

Reserva de Vendicari: Calamosche

Esta playa se encuentra dentro de una reserva natural, se conduce un poco por esta zona para llegar a un parking, dejar el coche y caminar unos 15 minutos. Tras este paseo, te espera una pequeña cala con aguas transparentes.

Esta reserva natural está caracterizada por sus dunas, recorriendo más de ocho kilómetros de costa. También puedes encontrar la playa de San Lorenzo.

 

Reserva Natural Orientata Cavagrande del Cassibile

Este increíble paraje natural es de los más bonitos de la isla. En él puedes hacer senderismo o refrescarte en alguno de sus lagos y cascadas. Todo un remanso de tranquilidad y naturaleza situado a tan solo 40 kilómetros de Siracusa.

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