Sicilia, Italia; la ciudad de Palermo
La capital de Sicilia es un cúmulo de contradicciones. Por un lado, es una ciudad sucia, decadente y caótica; por otro lado, cuenta con elegantes avenidas, bonitos palacios aristocráticos y joyas barrocas escondidas en cualquier rincón. Paseando por la misma te puedes encontrar la iglesia bizantina más maravillosa del mundo o un mercado lleno de ruido y de olor a pescado. Palermo es una ciudad que no deja indiferente a nadie, o te cautiva o lo repudias. Aunque Palermo tiene unos 700.000 habitantes, los sitios importantes que conocer son perfectamente accesibles a pie, paseando por la ciudad.
Palermo, la capital del antiguo Reino de Sicilia, cuenta con una identidad propia; mezcla de rica cultura y arquitectura. Con vistas al mar Mediterráneo ha ido viendo como conquistadores de todas partes iban pasando por su tierra, mientras conformaban poco a poco su identidad; y caracterizando los cuatro “mandamenti” o barrios en los que la ciudad está dividida.
Veamos entonces esos puntos turísticos tan interesantes que tiene la ciudad:
Mercado de Ballarò
Palermo es una ciudad caracterizada por sus mercados, de entre todos ellos tenemos que destacar el más famoso: el de Ballarò. Con mucho jaleo desde primera hora de la mañana, juntando a turistas con ancianas locales con su carrito de la compra. Hay puestos de todo tipo: carne, pescado, verduras, artículos del hogar, recuerdos turísticos. Se puede considerar el heredero del zoco que ocupaba sus calles durante la dominación árabe. Caracterizado por el “abbanniate”, los cánticos con los que los comerciantes ofrecen sus productos. El olor a fritura es señal de panelle recién hechos (pan y panelle es un bocadillo popular relleno con un pancake de harina y garbanzos), una nube de humo con olor a carne indica que las “stigghiole” se están cocinando, y la muy conocida arancina (una bola de arroz empanada y frita con rellenos para todos los gustos, hasta dulces). Para acabar con un dulce puedes decantarte por un cannolo o la cassata.
Mercado del Capo
Seralcadi in capite superiori es el término del siglo XIV utilizado para esta zona de la ciudad. Será abreviado en Caput Seralcadi: el capo (la cabeza) del Seralcadio. Este nombre se usaba para distinguir entre la parte alta del barrio del Seralcadi, más alejada del mar, y la parte baja, más cercana al bar. Con el paso del tiempo, este nombre se le ha quedado al antiguo mercado del barrio y, en la idioma corriente, también al mismo barrio.
El mercado se desarrolla a lo largo de dos ejes, la Vía Carina y la Vía Sant´Agostino, más algunas de sus calles colindantes. En el área del mercado más cercana a la Porta Carina abundan los locales de tapeo y algunos restaurantes. Todos ofrecen sus servicios a los trabajadores del cercano Palazzo di Giustizia y a los turistas atraídos por lo pintoresco del lugar y por los precios muy asequibles de estos locales.
Los domingos a primera hora de la tarde la zona se llena de ambiente con música y fiesta en las callejuelas; totalmente recomendable.
Palazzo dei Normanni y Cappella Palatina
Esta visita se puede considerar la más imprescindible que hacer en Palermo a la hora de conocer un interior. Hay numerosas plataformas que te permiten concertar visitas guiadas en español por el palacio. Junto con la Cappella Palatina conforman los dos principales monumentos de la ciudad, así que merece la pena que te los expliquen en condiciones.
El palacio de los Normandos data del siglo IX y fue diseñado como fortaleza por el rey Ruggero II, su nombre se debe a una reforma posterior realizada por los normandos. Ellos añadieron los mosaicos y la brillante Capilla Palatina. Hoy en día es la sede del Parlamento Regional de Sicilia, lo puedes visitar y para comprar la entrada con antelación puedes usar su página web. Este palacio está protegido por la UNESCO y es la residencia real más antigua de Europa, hogar de los soberanos del Reino de Sicilia y sede imperial con Federico II y Corrado IV; también conocido como el “Palacio Real”.
El acceso al recinto se realiza por Piazza Independenza, próximo a la taquilla donde se compran los tickets de entrada, se encuentra el monumento barroco Teatro Marmoreo, realizado en el siglo XVII para conmemorar las posesiones de Felipe IV de España por todo el mundo. Posteriormente, la estatua fue sustituida por la de Felipe V.
La capilla Palatina fue diseñada por el mismo rey en el año 1132, está ubicada en la primera planta del palacio y es una fusión de arte bizantino, islámico y románico. La capilla está cubierta por increíbles mosaicos dorados, pavimentos de mármol y piedras preciosas, entre los que cabe destacar el Cristo Pantocrátor que preside el ábside. Aunque se trataba de un templo cristiano, el techo es de estilo Mozárabe, lo que nos da la pista de que Ruggero II realmente era musulmán. Esta capilla está enmarcada en el itinerario árabe – normando de Palermo, Cefalú y Monreale; reconociendo las centenarias intervenciones de religiones y culturas del Mediterráneo.
Catedral de Palermo
Este templo no pasa desapercibido debido a su gran tamaño, protagonizado por un estilo árabe – normando del siglo XII, prueba de ello son sus características formas geométricas. Por dentro es mucho más discreto, destacar las tumbas normandas, el tesoro y su terraza, desde donde puedes obtener una bonita vista panorámica. Su interior alberga varias capillas, entre las que cabe destacar la de Santa Rosalía (donde encontramos una representación de la patrona de la ciudad) y la del Sacramento por estar decorada con piedras preciosas y lapislázuli.
La catedral ha sufrido varias reformas a lo largo de los siglos; por ejemplo, la construcción del pórtico de tres arcos del siglo XV, de estilo gótico – catalán, que necesitó 200 años para finalizarse. En su interior, la iglesia custodia, en una “sala del tesoro”, joyas de valor inestimable, como la tiara de oro que perteneció a la emperatriz Constanza de Sicilia.
El acceso al interior de la catedral es gratis, mientras que acceder a la zona monumental, al museo y a la terraza tiene distintos precios. Puedes ver los horarios y precios correspondientes en su página web.
Tanto el lateral de la catedral, como la plaza en la que está situada son espectaculares, tanto de noche como de día.
Quattro Canti o Piazza Villena
En el cruce de Via Maqueda con Corso Vittorio Emanuele se encuentran estas cuatro esquinas redondeadas. Aunque puedan parecer iguales, tienen pequeñas diferencias, se construyeron en el siglo XVII con un estilo renacentista romano tardío. Este cruce divide el casco histórico en los cuatro barrios tradicionales: Kalsa, Albergheria, Seralcadi y La Loggia.
Estos “Quatro Canti” son un testimonio de la historia de la ciudad. Al pie de las cuatro fachadas, iguales y simétricas, hay tantas fuentes que representan los cursos de agua de la ciudad (Papireto, Pannaria, Kemonia y Oreto). En la parte inferior tenemos esculturas que representan las cuatro estaciones; en la del medio, cuatro reyes españoles y virreyes de Sicilia; y en la superior, para presidir el azul del cielo, las santas patronas de la ciudad (Ágata, Ninfa, Oliva y Cristina).
Si pasas por ahí, te llamarán la atención según levantes los ojos. Es conocido como “Il Teatro del Sole”, ya que los edificios van iluminándose de distinta forma según la hora del día.
Piazza Pretoria
Esta plaza está repleta de distinguidos edificios, pero ninguno es el protagonista de la plaza, como lo es la fuente de círculos concéntricos y diferentes alturas que se sitúa en el medio. Salpicada por ninfas, tritones y deidades que bailan y chapotean por sus aguas. Estas figuras están desnudas, lo que pareció demasiado atrevido para el siglo XVI, razón por la que se le denominó “Fontana della Vergogna” (Fuente de la Vergüenza). Otra posible razón del apelativo “de la Vergüenza”, es por la cantidad de dinero que se gastaron a la hora de esculpir la fuente.
Los importantes edificios colindantes son: el Palazzo del Aquile (sede del ayuntamiento), el Palazzo Bonocore y las iglesias de San Giuseppe dei Teatini y Santa Caterina.
Iglesia de Santa Maria dell´ Ammiraglio o de la Martorana
Este templo fue construido en el siglo XII; gracias a Jorge de Antioquía, un almirante normando que tenía gusto y dinero suficiente; y actualmente está protegida por la UNESCO. Combina a la perfección el estilo árabe normando y las posteriores incorporaciones barrocas. Aunque la iglesia está sujeta a la Santa Sede, sigue el calendario litúrgico ortodoxo, ya que se concedió a la eparquía de la cercana Piana degli Albanesi y hoy en día sigue albergando la celebración de la misa griega.
Es recomendable visitarlo por la mañana, ya que la luz penetra en su habitáculo y facilita la visualización de los increíbles mosaicos bizantinos.
Eloisa Martorana, de ahí el nombre, fundó una orden de monjas en el siglo XV que quería destruir la mayoría de los mosaicos griegos para otorgar al templo un toque más barroco y fresco; por lo que muchos se perdieron en aquel momento. De los mosaicos originales cabe destacar dos retratos: Jorge de Antioquía, tras su escudo a los pies de la virgen, y Rogelio II, coronado por Jesucristo.
Los horarios de entrada son un poco reducidos, normalmente sólo abre de lunes a sábado de 9:30 a 13:00 y la entrada sólo cuesta 2€ y merece la pena, así que, si tienes tiempo, no te lo pienses.
Iglesia de San Cataldo
En la misma Plaza Bellini, junto a la Martorana, está situada la Iglesia de San Cataldo, llama la atención por sus llamativas cúpulas rosadas. Este templo data del siglo XII y combina a la perfección el estilo árabe y normando. Fue erigida como capilla privada por el canciller de Sicilia, Maio de Bario; con el paso de los años sufrió varias transformaciones y utilidades: fue iglesia, oficina postal; hasta que volvió a ser un lugar de culto. Desde su interior tienes unas vistas privilegiadas de la Piazza Pretoria y su famosa fuente.
En 2015, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con otros monumentos árabe – normandos de Palermo, Monreale y Cefalú.
Teatro Massimo Vittorio Emmanuele II
Este imponente edificio tardó en erigirse 20 años; debido a obras, problemas legales y dramas políticos; abrió sus puertas en 1897; para convertirse en la segunda ópera más grande de Europa y la primera de Italia. Al final, lo terminaron con un mensaje grabado en la entrada que dice algo así como: “El arte renueva a los pueblos, y en ellos revela la vida”. En él se rodó la escena final de “El Padrino III”.
La fachada exterior es de estilo neoclásico. Dos leones de bronce situados a cada lado de la entrada principal dan la bienvenida. Detrás seis grandes columnas de estilo corintio. El edificio está coronado por una cúpula semiesférica de gran tamaño.
A los alrededores del teatro hay varias salas y talleres ligados a la Opera dei Pupi, las tradicionales marionetas; una muestra más de la fuerte vocación teatral de la ciudad.
Mercado de la Vucciria
Ya hemos dicho que Palermo es una ciudad de mercados; si buscamos uno que se alargue hasta la noche, debemos visitar este mercado auténtico en el barrio de la Vucciria. Puedes cenar de picoteo entre sus puestos y tomarte una cerveza en la Taberna Azzurra, uno de los bares más míticos de toda la isla. Si vas al atardecer, te encontrarás con un ambiente increíble.
Santa Maria dello Spasimo
Esta curiosa iglesia algo alejada del centro llama la atención porque no tiene techo. Hoy en día se utiliza como sala de conciertos y espectáculos.
Oratorio de San Lorenzo
Llama la atención por la diferencia entre su exterior discreto y su belleza interior, repleto de estucos de estilo rococó. También alberga la reproducción de la “Natividad con San Francisco y San Lorenzo” de Caravaggio, el original fue robado en la década de los 60 y nunca se recuperó.
Palazzo Chiaramonte
Este palacio, también conocido como el “Steri”, es hoy en día la sede del rectorado de la universidad de la ciudad y lleva a sus espaldas siete siglos de arte e historia siciliana. Se trata del primer ejemplo de un estilo arquitectónico que apareció en la isla. A principios del siglo XIV, el estilo “chiaramontano”. Este edificio nació como residencia de una poderosa familia siciliana, se convirtió en 1600 en la sede del tribunal y la cárcel de la Inquisición. Con un estilo elegante y solemne, está decorado con bonitas columnatas y preciosas ajimeces y triforas. Sus elementos más destacados son: el techo de madera de la Sala Magna del siglo XIV, con pinturas de temática caballeresca; los grafitis que dan testimonio del dolor dejados por los prisioneros en las paredes de la cárcel y la famosa pintura de Renato Guttuso, “La Vucciria”.
Museo Arqueológico Regional
Alberga una gran colección de arte clásico italiano.
Teatro Politeama Garibaldi
Muy cerca del Teatro Massimo se encuentra este otro teatro, fue construido al mismo tiempo que el Teatro Massimo. Este teatro es un importante ejemplo de arquitectura neoclásica y, hoy en día, es la sede de la Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Chiesa del Gesù
En el barrio de la Albergheria, limítrofe con el mercado de Ballarò. Conocida como la Casa Professa, es una preciosa muestra del arte barroco. Los estucos, frescos, mármoles mixtos y tramiscos; todos realizados por los máximos exponentes del arte y la escultura de los siglos XVII y XVIII. Es muy típica para bodas y es muy querida por los palermitanos.
Palacio de la Zisa
Este palacio data de 1165 y empezó como residencia de verano de la familia real. Los jardines, las piscinas y las pérgolas caracterizan el gran parque del exterior, mientras que el interior conserva el esplendor de la arquitectura árabe de las habitaciones. En los alrededores se encuentra el antiguo complejo industrial homónimo, hoy en día es sede de exposiciones y festivales.
Catacumbas de los capuchinos
En aquella época, el deseo de preservar el cuerpo de un pariente después de la muerte era tan fuerte que los que podían permitírselo pagaban generosamente a los frailes para momificar a sus seres queridos. Poco a poco, esta práctica generó un cementerio subterráneo “descubierto”, en el que las familias tenían la posibilidad de ver al difunto y hablar con él. La imagen es bastante macabro, así que no es apto para todos los públicos.
Grafitis palermitanos
Situados principalmente en la Via dei Cassari y alrededores.
Mirador de la Rinascente
En los grandes almacenes de la Rinascente hay una terraza panorámica preciosa, con un bar y un restaurante. Aunque no consumas, puedes subir gratis y disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad.
La Cala
El pequeño puerto con barquitos.
Muelle de Borgo Sant´Erasmo
Si te apetece estirar las piernas y bajar la comida, una buena opción es dar un agradable paseo desde Mondello hasta el muelle de Sant´Erasmo; acabando con un aperitivo o una cena junto al mar al caer la noche.
Foro Itálico
Este paseo junto al mar es el lugar ideal para tomarte un respiro junto al mar después de un día en la bulliciosa vida palermitana. Puedes dar un paseo o simplemente sentarte a disfrutar de un helado con vistas al Mediterráneo al atardecer.
Comentarios
Publicar un comentario